SILENCIO MOMENTANEO
SILENCIO MOMENTÁNEO. En el consultorio, un celular no paraba de sonar. Gritaba insistente exigiendo la atención de su propietaria. Ella lo levantó, y al observar el nombre de la persona que llamaba, su dedo presionó «Rechazar» sin ninguna piedad. La mujer siguió esperando en el consultorio mientras una ráfaga de mensajes bombardeaban la pantalla de su teléfono. «Debemos hablar», «Tienes que escuchar mi versión», «Tú amiga fue quien empezó todo, no significó nada». Cada mensaje parecía más desesperado que su predecesor. «Perdóname, te juro que sólo fue una vez. Ni siquiera lo disfruté, pensaba en ti todo el tiempo. Ella me provocó». La mujer leyó cada palabra sin inmutarse, reconocía mentiras atoradas en cada sílaba. Sonrió, y simplemente borró los mensajes. Él siguió llamando, rompiendo el silencio momentáneo del consultorio. Ella finalmente contestó, y justo un segundo después de que él empezó a hablar, le colgó sin misericordia, dejándolo con sus argumentos prefabricados a...