Monólogo de una mujer furiosa | Cuentos para Monstruos

Esta noche, su comida preferida estará en la mesa. Voy a sonreírle como si el rostro no me doliera, ya tengo un jarrón preparado para sus flores de disculpa.

Escucharé sus promesas, sus excusas, sus “voy a cambiar” y “tú a veces lo provocas”. Le quitaré los zapatos cariñosamente mientras él mira televisión, me reiré sin ganas cada vez que diga algo que le parezca gracioso. Cuando pregunte por qué lloro, responderé que por tenerlo cerca; me recostaré en su hombro como en nuestros primeros años juntos, le diré sus frases favoritas: “te amo”, “nunca me dejes” y “si amor, yo tengo la culpa".

Cuando se duerma lo ataré a la cama, lo despertaré dulcemente con el impacto de un tubo. Haré que lloré para mí, que exprese sus arrepentimientos de una forma en que realmente lo crea. Le hablaré de los sueños que abandoné para convertirme en su muñeca doméstica, en su piñata para la frustración, en la mujer que lo besaba con los labios sangrados.
Y una vez aclarado todo, celebraremos con vino...vino inflamable. Me serviré una copa y vaciaré el resto por todo su cuerpo.
Él necesitaba palizas, insultos y gritos para acabar conmigo. Yo en cambio, solo necesitaré un fósforo...

—Autor: Santiago Pedraza
Foto: Brian Viveros